Sunday, April 3, 2011

Fun Fun

Fun Fun
Por: Darío Valle Risoto


Casi como una excusa, César me convocó a ir a tomar un café a Tribunales porque había nuevas noticias del proyecto de volver a dar mi curso de Comunicación esta vez en la casa de la cultura de España. Pedimos un café Irlandés y me contó los detalles, el problema es que por un tema de los horarios es difícil que yo acuda a la reuniones previas y el lo hace por mí.

Si bien era un jueves no me pude negar a ir al Irish Pub, César es de esos amigos que no aceptan un: “Mirá que no traje plata” y allí terminamos en la ciudad vieja escuchando música Celta y bebiendo de dos “Tablas”. Para aquellos que no saben, las Tablas son unas bandejas con cuatro copas cada una con una cerveza artesanal diferente, dos negras, una roja y la otra verde, todas realmente interesantes pero me quedo con la verde ya que tiene un gusto cítrico muy exótico.
Y demás estará decir que había una reunión en el entrepiso y allí habían varias chicas interesantes que yo observaba a la vez que consultaba my celular por la hora ya que al otro día trabajaba.
Pero a la salida mi amigo tuvo la buena idea de ir a Fun Fun que queda muy cerca, unas dos cuadras más a o menos a la vuelta del teatro Solís.

Es curioso pero nunca había ido, no creo que sea raro, debe haber mucha gente que se pasa la vida sin visitar sitios en su tierra que son visita obligada de los turistas. Felizmente ahora ya lo conozco y la verdad que me perdía de un sitio donde se puede tomar “Uvita” mientras se escucha a un guitarrista y su cantante ejecutando unos buenos tangos o apreciar la perfección de una pareja bailando esta música rioplatense al mejor estilo Uruguayo pero con algo de “aporteñado”
Pero cuando me volvía insistente mirando la hora opté por decidir no preocuparme más y si había que faltar al trabajo se falta y ya. César para festejar mi decisión siguió pidiendo Uvitas y creo que nos tomamos como cuarenta cada uno.

Hay dos tipos de “Uvitas”, una dulce que es mi preferida y otra más amarga, la receta es un secreto pero no es difícil imaginar que es una mezcla entre amarga y vermouth por su especial aroma y sabor.
Y nosotros no éramos los únicos escabeando porque un grupo de jóvenes apuró a una muchacha para que cante y nos sorprendió a todos con un tango a capella digno de cualquier escenario, otra cosa que me sorprendió pero en un sentido bastante diferente fue la obsesión de mucha gente por sacar decenas de fotos con sus celulares o filmar videos de prácticamente todo perdiéndose el momento solo por conservar el recuerdo para el futuro. ¿No sería mejor aprovecharlo en un 100% en vez de mirar más la pantallita que la vida real?

Regresamos casi a las cuatro de la mañana, cuando entré a casa apagué todos los relojes pero el enano trabajador esta vez me hizo despertarme a las siete y media, me di un baño y como un muerto viviente fui a trabajar deseoso de contarles mi trasnochada a los compañeros.

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