Mate de coca
(Redirigido desde Te de coca)
Por: Wikipedia
El mate de coca o té de coca (del quechua kuka) es una infusión de hojas de coca popular y típica de las regiones andinas de Bolivia, Perú, Norte de Chile y el Norte de Argentina.
El mate de coca es una bebida milenaria consumida ya sea tanto como estimulante como para curar el soroche o mal de montaña, no siendo dañino ni tóxico. Posee además un valor simbólico. La bebida produce un efecto energizante similar al del café. La venta y consumo de las hojas de coca es legal en Perú y Bolivia, siendo también común en el Norte de Argentina. Es habitual en los restaurantes al finalizar la comida el ofrecer un mate de coca en saquitos o bolsitas para estimular la digestión. Puede ser endulzado con azúcar o miel.
Proviene de la planta de coca, la que tiene el nombre en la nomenclatura biológica de Erythroxylum coca de la familia de las Erythroxylaceae. Es a menudo también llamado "la Hoja de Coca" o "Coca de Perú".
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El mate de coca o té de coca (del quechua kuka) es una infusión de hojas de coca popular y típica de las regiones andinas de Bolivia, Perú, Norte de Chile y el Norte de Argentina.
El mate de coca es una bebida milenaria consumida ya sea tanto como estimulante como para curar el soroche o mal de montaña, no siendo dañino ni tóxico. Posee además un valor simbólico. La bebida produce un efecto energizante similar al del café. La venta y consumo de las hojas de coca es legal en Perú y Bolivia, siendo también común en el Norte de Argentina. Es habitual en los restaurantes al finalizar la comida el ofrecer un mate de coca en saquitos o bolsitas para estimular la digestión. Puede ser endulzado con azúcar o miel.
Proviene de la planta de coca, la que tiene el nombre en la nomenclatura biológica de Erythroxylum coca de la familia de las Erythroxylaceae. Es a menudo también llamado "la Hoja de Coca" o "Coca de Perú".
El mate de coca es un producto natural. El té conserva todas las propiedades físico-químicas de la hoja de coca y cumple con los estándares técnicos de Perú y Bolivia, y puede ser vendido nacionalmente, aunque tal uso ha sido desaconsejado por la Convención única sobre estupefacientes. El té es de color verde amarillo y tiene un ligero sabor amargo, algo parecido al del té verde, pero con un sabor ligeramente más dulce natural.
La concentración de cocaína en la hoja de coca es muy baja (los porcentajes que se manejan científicamente oscilan entre el 0,1% y el 0,8% o de 0,11 mg a 2,93 mg por bolsita de té) y por lo tanto, ingerida en forma natural, no produce toxicidad ni genera dependencia. Por ejemplo, para obtener un gramo de cocaína a partir de infusión de hoja de coca pura (en venta libre en casi todo el mundo) se necesitarían alrededor de 500 bolsitas, de las que solo se absorberían cantidades mínimas en nanogramos (1 nanogramo es 1 millonésimo de miligramo) en un tiempo tan prolongado que no permitiría llegar a concentraciones suficientes, como para producir trastornos de psicoestimulación o de conducta.
El consumo de mate de coca es común en muchos países de Sudamérica. Muchas tribus de indígenas de las montañas de los Andes emplean el té con fines medicinales y religiosos. El consumo de mate de coca, así como el mascado de las hojas de coca, incrementa la absorción del oxígeno en la sangre y con ello combate el mal de montaña y tiene efectos de ayudar en la digestión y carminativo, (es decir de la propiedad de algunos medicamentos y algunas substancias naturales, p.ej.: cardamomo, comino, menta, anís, epazote, etc., que favorecen la expulsión de los gases del tubo digestivo). La harina de coca (hojas de coca molidas finamente) puede emplearse como el café en una máquina de café, para obtener un té más fuerte y concentrado.
En la "Ruta del Inca" a Machu Picchu los guías ofrecen frecuentemente en cada comida mate de coca porque se cree que alivia los síntomas de mal de montaña.
La concentración de cocaína en la hoja de coca es muy baja (los porcentajes que se manejan científicamente oscilan entre el 0,1% y el 0,8% o de 0,11 mg a 2,93 mg por bolsita de té) y por lo tanto, ingerida en forma natural, no produce toxicidad ni genera dependencia. Por ejemplo, para obtener un gramo de cocaína a partir de infusión de hoja de coca pura (en venta libre en casi todo el mundo) se necesitarían alrededor de 500 bolsitas, de las que solo se absorberían cantidades mínimas en nanogramos (1 nanogramo es 1 millonésimo de miligramo) en un tiempo tan prolongado que no permitiría llegar a concentraciones suficientes, como para producir trastornos de psicoestimulación o de conducta.
El consumo de mate de coca es común en muchos países de Sudamérica. Muchas tribus de indígenas de las montañas de los Andes emplean el té con fines medicinales y religiosos. El consumo de mate de coca, así como el mascado de las hojas de coca, incrementa la absorción del oxígeno en la sangre y con ello combate el mal de montaña y tiene efectos de ayudar en la digestión y carminativo, (es decir de la propiedad de algunos medicamentos y algunas substancias naturales, p.ej.: cardamomo, comino, menta, anís, epazote, etc., que favorecen la expulsión de los gases del tubo digestivo). La harina de coca (hojas de coca molidas finamente) puede emplearse como el café en una máquina de café, para obtener un té más fuerte y concentrado.
En la "Ruta del Inca" a Machu Picchu los guías ofrecen frecuentemente en cada comida mate de coca porque se cree que alivia los síntomas de mal de montaña.
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