¿Prohibido Pensar? Filósofos y medios de comunicación
Estimados/as, les comparto un compilado de 10 minutos del programa El ladOculto (canal 20 de TCC, conducido por Gerardo Sotelo) que contó con el filósofo Sandino Núñez (guionista y conductor del programa Prohibido Pensar, televisado por TNU) como invitado -y con breves intervenciones del filósofo rumano/argentino Tomás Abraham y de quien escribe estas líneas- teniendo como centro de reflexión el vínculo entre filósofos, actualidad y medios de comunicación, y el rol del filósofo, del intelectual en general, en tiempos de la post-modernidad. El debate, pues, queda abierto y les invito a continuarlo en mi blog (http://pabloromero7.blogspot.com ), desde donde pueden mirar el video (también pueden hacerlo directamente desde este link: http://www.youtube.com/watch?v=paoC2lJCl_4 )
Algunas preguntas que quedan flotando por allí son: ¿debe la filosofía, el filósofo, vincularse particularmente con la cotidianeidad, con los problemas de su tiempo y contexto, con la actualidad y los problemas sociales emergentes? ¿Es posible –y de qué manera- que se dé un vínculo fluido y fructífero entre filósofos y medios de comunicación? ¿Los medios de comunicación juegan –o deben jugar- en alguna medida un rol de gestores de pensamiento crítico en la comunidad o su finalidad es simplemente otra? ¿Los filósofos, han dejado vacante en la sociedad su tradicional -y decisivo- espacio de generadores de conciencia? ¿Quiénes ocupan ese lugar hoy en día? ¿Es un lugar vacío? ¿Cuál es el rol y el espacio del intelectual en tiempos de la post-modernidad?, entre otras cuestiones que se me ocurren emergen como pendientes de debate.
Y como forma de anticiparles parte del contenido -y del debate que finalmente queda instalado- les transcribo algunas reflexiones –aisladas en esta selección- que se van sucediendo en los diálogos del video, siguiendo el orden en que van surgiendo:
Pablo Romero: “Allana y pone a la Filosofía en contacto nuevamente con la crítica cultural y con los problemas cotidianos y, en este caso, con los problemas vinculados particularmente a los medios de comunicación . Creo que la filosofía debería estar en el “barro de la realidad” y no ha sucedido por dos cuestiones. En principio, por un problema propio de quienes practican o ejercen la Filosofía, entre vivir en una especie de autismo, una especie de torre de marfil apartado de todos los problemas sociales, y a su vez, bueno, desde los medios de comunicación no ha habido un acercamiento hacia quienes trabajan en ese espacio del pensamiento.”
Tomás Abraham: “Ningún filósofo está obligado ni tiene la misión de dedicarse a únicamente leer textos de Filosofía. Eso es una pobreza en la tarea filosófica. Ningún filósofo, de la tradición filosófica, los clásicos principalmente, tuvo como misión, como tarea, como trabajo, leer a otros filósofos. Sino, pensar su tiempo. El que se dedica a la Filosofía, no es encerrarse con un texto de Platón: es asumir el mismo desafío que tuvieron los filósofos de su tiempo, que es pensar la actualidad.”
Gerardo Sotelo: Tengo un sentido exculpatorio de mi trabajo. Yo creo que el medio en sí invita a la trivialidad. Es decir, si vos querés de verdad hacer filosofía, de verdad conocer los complejos fenómenos políticos o sociales o culturales, tenés que ir a los libros, a las conferencias, a los seminarios”
Sandino Núñez: Lo que Heidegger llamaba “ontología de actualidad”, que tiene que ver efectivamente con una vocación, con un deseo, con una voluntad de apropiarse de la actualidad en la que uno vive. Eso es extremadamente importante, no tanto porque uno tenga algo que ver con la verdad, o la filosofía tenga algo que ver con la verdad, sino porque tiene que ver precisamente con ese gesto, con el ademán, de hacerse cargo de algo. (…) Yo creo que esa especie de alegre irresponsabilidad con relación a haber descuidado, haber dejado en blanco, esa función de la conciencia de la sociedad, ha sido catastrófica. Verdaderamente, cada vez hay más huecos en ese lugar que antes era como el gran lugar de la filosofía.”
Gerardo Sotelo: Vos hablabas de la modernidad, que ya parece una etapa que tiende a su fin, por decirlo de una manera generosa. Parece como que esa idea de que los intelectuales podían explicarlo todo –los intelectuales en sentido amplio, eso incluye a los científicos-, explicar todos los fenómenos del universo, de la naturaleza, del espíritu, de la psiquis, ese modelo ya no existe. Más bien hay como una decepción sobre lo que podían explicar los intelectuales. ¿Eso le pasa al filósofo particularmente en estos tiempos que corren?
Sandino Núñez: Yo diría que le pasa sobre todo al filósofo. Porque el filósofo precisamente es el que queda huérfano cuando ese lugar fracasa, cuando algo de ese lugar falla. Yo creo que el problema dentro de todo es bastante más complejo que la mera decepción del cuerpo social con relación a los viejos Mesías. El problema ya no es tanto no creo en esto o en aquello, o antes creí pero ya no. El problema yo creo que es mucho más terrible. Yo creo que el asunto es que allí donde antes había algo como una brecha a nivel de la producción del discurso social, es decir, algo que permitía que alguien eventualmente ocupara ese lugar hueco, ya no hay, ya no existe. Es la brecha misma la que se sutura, es esa herida la que se cierra. Quiero decir, ya no hay sino intelectuales específicos, ya no hay sino técnicos, ya no hay sino especialistas.”
Abrazos,
Pablo
Por: Pablo Romero García
(Recibo y Publico)
Estimados/as, les comparto un compilado de 10 minutos del programa El ladOculto (canal 20 de TCC, conducido por Gerardo Sotelo) que contó con el filósofo Sandino Núñez (guionista y conductor del programa Prohibido Pensar, televisado por TNU) como invitado -y con breves intervenciones del filósofo rumano/argentino Tomás Abraham y de quien escribe estas líneas- teniendo como centro de reflexión el vínculo entre filósofos, actualidad y medios de comunicación, y el rol del filósofo, del intelectual en general, en tiempos de la post-modernidad. El debate, pues, queda abierto y les invito a continuarlo en mi blog (http://pabloromero7.blogspot.com ), desde donde pueden mirar el video (también pueden hacerlo directamente desde este link: http://www.youtube.com/watch?v=paoC2lJCl_4 )
Algunas preguntas que quedan flotando por allí son: ¿debe la filosofía, el filósofo, vincularse particularmente con la cotidianeidad, con los problemas de su tiempo y contexto, con la actualidad y los problemas sociales emergentes? ¿Es posible –y de qué manera- que se dé un vínculo fluido y fructífero entre filósofos y medios de comunicación? ¿Los medios de comunicación juegan –o deben jugar- en alguna medida un rol de gestores de pensamiento crítico en la comunidad o su finalidad es simplemente otra? ¿Los filósofos, han dejado vacante en la sociedad su tradicional -y decisivo- espacio de generadores de conciencia? ¿Quiénes ocupan ese lugar hoy en día? ¿Es un lugar vacío? ¿Cuál es el rol y el espacio del intelectual en tiempos de la post-modernidad?, entre otras cuestiones que se me ocurren emergen como pendientes de debate.
Y como forma de anticiparles parte del contenido -y del debate que finalmente queda instalado- les transcribo algunas reflexiones –aisladas en esta selección- que se van sucediendo en los diálogos del video, siguiendo el orden en que van surgiendo:
Pablo Romero: “Allana y pone a la Filosofía en contacto nuevamente con la crítica cultural y con los problemas cotidianos y, en este caso, con los problemas vinculados particularmente a los medios de comunicación . Creo que la filosofía debería estar en el “barro de la realidad” y no ha sucedido por dos cuestiones. En principio, por un problema propio de quienes practican o ejercen la Filosofía, entre vivir en una especie de autismo, una especie de torre de marfil apartado de todos los problemas sociales, y a su vez, bueno, desde los medios de comunicación no ha habido un acercamiento hacia quienes trabajan en ese espacio del pensamiento.”
Tomás Abraham: “Ningún filósofo está obligado ni tiene la misión de dedicarse a únicamente leer textos de Filosofía. Eso es una pobreza en la tarea filosófica. Ningún filósofo, de la tradición filosófica, los clásicos principalmente, tuvo como misión, como tarea, como trabajo, leer a otros filósofos. Sino, pensar su tiempo. El que se dedica a la Filosofía, no es encerrarse con un texto de Platón: es asumir el mismo desafío que tuvieron los filósofos de su tiempo, que es pensar la actualidad.”
Gerardo Sotelo: Tengo un sentido exculpatorio de mi trabajo. Yo creo que el medio en sí invita a la trivialidad. Es decir, si vos querés de verdad hacer filosofía, de verdad conocer los complejos fenómenos políticos o sociales o culturales, tenés que ir a los libros, a las conferencias, a los seminarios”
Sandino Núñez: Lo que Heidegger llamaba “ontología de actualidad”, que tiene que ver efectivamente con una vocación, con un deseo, con una voluntad de apropiarse de la actualidad en la que uno vive. Eso es extremadamente importante, no tanto porque uno tenga algo que ver con la verdad, o la filosofía tenga algo que ver con la verdad, sino porque tiene que ver precisamente con ese gesto, con el ademán, de hacerse cargo de algo. (…) Yo creo que esa especie de alegre irresponsabilidad con relación a haber descuidado, haber dejado en blanco, esa función de la conciencia de la sociedad, ha sido catastrófica. Verdaderamente, cada vez hay más huecos en ese lugar que antes era como el gran lugar de la filosofía.”
Gerardo Sotelo: Vos hablabas de la modernidad, que ya parece una etapa que tiende a su fin, por decirlo de una manera generosa. Parece como que esa idea de que los intelectuales podían explicarlo todo –los intelectuales en sentido amplio, eso incluye a los científicos-, explicar todos los fenómenos del universo, de la naturaleza, del espíritu, de la psiquis, ese modelo ya no existe. Más bien hay como una decepción sobre lo que podían explicar los intelectuales. ¿Eso le pasa al filósofo particularmente en estos tiempos que corren?
Sandino Núñez: Yo diría que le pasa sobre todo al filósofo. Porque el filósofo precisamente es el que queda huérfano cuando ese lugar fracasa, cuando algo de ese lugar falla. Yo creo que el problema dentro de todo es bastante más complejo que la mera decepción del cuerpo social con relación a los viejos Mesías. El problema ya no es tanto no creo en esto o en aquello, o antes creí pero ya no. El problema yo creo que es mucho más terrible. Yo creo que el asunto es que allí donde antes había algo como una brecha a nivel de la producción del discurso social, es decir, algo que permitía que alguien eventualmente ocupara ese lugar hueco, ya no hay, ya no existe. Es la brecha misma la que se sutura, es esa herida la que se cierra. Quiero decir, ya no hay sino intelectuales específicos, ya no hay sino técnicos, ya no hay sino especialistas.”
Abrazos,
Pablo
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