Unthinkable
Por: Darío Valle Risoto
Ayer llovió todo el día en Montevideo, luchando contra una gripe que me tiene acorralado encontré un tiempo para ver este filme muy reciente sin muchas esperanzas. Una de las razones es que estoy cansado de ver películas sobre servicios secretos o entes gubernamentales usamericanos donde luchan por nuestra libertad (la de ellos) y siempre se salen con las suyas por más que desde Vietnam abunden las teorías conspirativas y muy sutilmente nos llevan a creer que este país si tiene una autocrítica.
De todas maneras la bajé porque actúa Carrie-Anne Moss que es de mis actrices favoritas (Entre unas cincuenta) y tiene la particularidad de que el nuevo actor que encarna a Superman tiene una pequeña participación.
El filme me sorprendió porque trata de agentes yanquis, pero en este caso se detiene en su sistema de interrogatorios y los métodos que el gobierno permanentemente utiliza sobretodo cuando hay riesgo de un desastre nuclear o algo por el estilo. Thriller sicológico donde el prisionero es sometido a las manos de un experto en “preguntar” interpretado magistralmente por Samuel L. Jackson.
Esto da pie para que continuamente nos cuestionemos hasta donde permanecerán intactos nuestros valores y el respeto a la vida si nos encontramos frente a un sicópata que ha sembrado bombas nucleares y se resiste a confesar en donde se encuentran estas.
Bien podría ser una obra de teatro una historia donde el triángulo es entre el prisionero, el que tortura y la agente del FBI que intenta que se respeten los derechos del interrogado. ¿Hasta donde?, el filme nos involucra y mucho en una serie de recovecos donde el respeto a la vida se enrarece y allí en cualquier parte pueden aflorar los sentimientos más oscuros del ser humano.
“Alguien lo tiene que hacer” decían algunos despreciables sujetos que en la historia reciente de nuestro país utilizaron los mismos métodos de “persuasión” que veremos en este trabajo, por lo tanto no es una película fácil, tampoco disfrutable sobretodo porque está muy lejos de ser una fantasía.
Por: Darío Valle Risoto
Ayer llovió todo el día en Montevideo, luchando contra una gripe que me tiene acorralado encontré un tiempo para ver este filme muy reciente sin muchas esperanzas. Una de las razones es que estoy cansado de ver películas sobre servicios secretos o entes gubernamentales usamericanos donde luchan por nuestra libertad (la de ellos) y siempre se salen con las suyas por más que desde Vietnam abunden las teorías conspirativas y muy sutilmente nos llevan a creer que este país si tiene una autocrítica.
De todas maneras la bajé porque actúa Carrie-Anne Moss que es de mis actrices favoritas (Entre unas cincuenta) y tiene la particularidad de que el nuevo actor que encarna a Superman tiene una pequeña participación.
El filme me sorprendió porque trata de agentes yanquis, pero en este caso se detiene en su sistema de interrogatorios y los métodos que el gobierno permanentemente utiliza sobretodo cuando hay riesgo de un desastre nuclear o algo por el estilo. Thriller sicológico donde el prisionero es sometido a las manos de un experto en “preguntar” interpretado magistralmente por Samuel L. Jackson.
Esto da pie para que continuamente nos cuestionemos hasta donde permanecerán intactos nuestros valores y el respeto a la vida si nos encontramos frente a un sicópata que ha sembrado bombas nucleares y se resiste a confesar en donde se encuentran estas.
Bien podría ser una obra de teatro una historia donde el triángulo es entre el prisionero, el que tortura y la agente del FBI que intenta que se respeten los derechos del interrogado. ¿Hasta donde?, el filme nos involucra y mucho en una serie de recovecos donde el respeto a la vida se enrarece y allí en cualquier parte pueden aflorar los sentimientos más oscuros del ser humano.
“Alguien lo tiene que hacer” decían algunos despreciables sujetos que en la historia reciente de nuestro país utilizaron los mismos métodos de “persuasión” que veremos en este trabajo, por lo tanto no es una película fácil, tampoco disfrutable sobretodo porque está muy lejos de ser una fantasía.
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