Sunday, May 1, 2011

Tarjeta de Cliente Preferencial (Cuento)

Tarjeta de Cliente Preferencial
Por: Darío Valle Risoto


__ Creo que a la tortura hay gente que le llama: “Creatividad”
__ ¿De donde sacaste eso? __ Le preguntó Laura mientras cortaba el hilo con los dientes, le estaba cambiando el cierre de la bragueta a uno de sus pantalones mientras José tomaba mate, ambos estaban sentados en la cocina y Toto jodía con un hueso de acá para allá.
__ Hoy venía cansado de trabajar, muerto como casi todos los días, paso por el supermercado a comprar yerba y otras cosas y…
__ Y te olvidaste de la lámpara para el cuarto de Felipe.
__ ¡Si!, ¡Ya sé!, Dejame terminar.
Le cebó un mate y Laura dejó por un momento el pantalón sobre la mesa y aceptó, estaba linda con el resplandor de la tarde que se colaba por el fondo.
__ Cuando paso por la caja la muchacha me pregunta si tengo la tarjeta esa de mierda de “Cliente alcahuete”
__ Cliente preferencial.
__ Esa misma, después me pregunta si tengo tickets de envases, si junto cupones para un concurso de no se que cosa, si también quiero donar dos pesos para la fundación “Niños que vuelan”…
__ Niños con alas José, Niños con alas.
__ Ah… si eso.
Laura le devolvió el mate que estaba medio lavado pero no le dijo nada y continuó cosiendo el cierre y preguntándose porque no le llevó el pantalón a la modista de la esquina.
__ ¿Niños con alas?
__ Si, es una fundación, una ONG, algo de eso para los niños pobres, no se bien.
__ Y... ¿Les enseñan a volar?
__ Dejate de bobadas José, el mate está lavado.
Toto dejó de mordisquear el hueso y se apoyó sobre la falda de Laura ensuciando con baba una pierna del pantalón, ella lo puteó y salió corriendo hasta el fondo.
__ Por eso te digo, ¿No se supone que los supermercados se inventaron para que la gente compre rápido?
__ Y… si, claro
__ Entonces porque carajo cada vez que llego a la caja me paran como si fuera a pasar por la emigración de los Estados Unidos ofreciéndome un montón de promociones de mierda y encima quieren que tenga la maldita tarjeta de cliente secuencial.
__ Cliente Preferencial José, Preferencial.
__ Y… ¿Vos sabes por que te dan esa tarjeta?
__ A ver… contame. __ Laura terminó de colocar el cierre, dobló el pantalón y lo puso sobre una silla mientras se prestaba a cambiar la yerba del mate que tenía gusto a cualquier cosa.
__ Gracias a esa tarjeta que está individualizada con todos tus datos personales ellos tienen con cada compra tuya un perfil de tu vida: lo que consumís, si tenés hijos, si sos borracho, si tenés mascota, si sos fiestero porque te pasas comprando condones, si sos puto… todo.
__ ¡Dejate de joder José!
__ No, no, cierto, gracias a esa tarjetita que te hacen pasar con cada compra ellos saben que comprar y que tener en stock, la conducta y como viven sus clientes por edades, sexo, barrios, etc.

Laura lo miró sorprendida y mientras le acercaba el primer mate nuevo pensó en que su marido no era tan tonto como parecía, después de todo se había casado con ella así que algo de inteligente tenía.
__ El otro día cuando me mandaste a comprar las toallas de miércoles esas que te pones en la…
__ Toallas íntimas José, no te pongas ordinario.
__ Bueno, como era la primera vez que compraba cuando pasó la tarjeta, la chica, la cajera, esa: Yennifer, sonrió con gesto de… ¡Bandido te conseguiste una mina!
El rostro de Laura cambio de una leve sonrisa a algo de molestia.
__ ¿Y comos abés como se llama la chica?
__ No me cambies el tema, lo sé porque tienen un letrero sobre las tetas con el nombre, bueno, entonces es cierto que nos tienen escaneados hasta las pelotas, hacé la prueba.

Dos días después Laura fue al supermercado Deltoto y recorrió las cajas observándole los letreros con los nombres a las cajeras.
Yennifer era una gorda que apenas entraba en la caja y encima tenía una cara de muy pocos amigos y para ser sinceros era inescrupulosamente fea.
__ ¿Tiene tarjeta de cliente preferencial?
__ Si, tomá. __Le alcanzó el pedazo de plástico con un estúpido logo de una carita feliz.
La cajera pasó los productos por el sensor de barras hasta que se detuvo en un spray de desodorante.
__ Creo que se equivocó señora.
__ ¿Por qué?
__ Porque su marido siempre lleva el “Sport” y no el de “Almizcle” y mire que no se puede cambiar después ¿eh?


FIN

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