Sunday, November 14, 2010

Una Tarde de mucho calor (Cuento)

Una tarde de mucho calor
Por: Darío Valle Risoto


Aquella tarde hacía demasiado calor, la gente salía de sus casas para buscar el cobijo de los Parrales y abanicarse con los rostros perlados de sudor, todos tomaban mate o agua fría, el sonido de los pájaros alegraba un poco el día pero al caer este, el calor no se disipaba.
Por la calle de tierra transitaban algunos vecinos en bicicleta levantando un polvo seco, amarillento que aumentaba la sensación de un sol desértico cayendo sobre el poblado.

Gastón fue a llamar a Diego y junto a su inseparable hermano Andrés fueron hasta la laguna a buscar entretenimiento, por lo general se ponían a pescar renacuajos o a tirarle piedras a un viejo tronco que como un monstruo hundido que asoma una mano se encontraba casi al medio del agua.
__ Mi tío Javier me contó que llevó al “Chispa” a los quilombos de Minas.
__ ¿Cuándo?
__ El fin de semana pasado o antes, dijo que “el Chispa” se puso a llorar y no quería hacerse hombre. __Gastón mientras les contaba se entretenía caminando junto a un hormiguero, quería ver hasta donde iba, tenía trece años, uno más que su hermano y su amigo.

Diego tiró una piedra que casi da en el tronco, el calor lamía el aire como el aliento de un dragón enfurecido, Andrés mojó un pañuelo en el agua y se lo pasó por el rostro regordete mientras mirando a su hermano con un ojo cerrado le preguntó si sabía algo más.
__ Me dijo que al final entró con una gorda que se llamaba Marta y que un rato después salió hecho hombre.
__ Tiene dos años más que nosotros.
__ Que yo, tiene quince.
__ Eso quiere decir que…
Gastón miró a la lejanía, unos patos volaban sobre un monte y un hombre llevaba a sus caballos a tomar agua a una charca, los tres tostados brillaban como figuras doradas. Unas nubes difusas apenas eran el adorno de un cielo inmensamente azul.
__ El año que viene me toca.
__ ¿Tenés miedo? __Le interrogó Diego, mientras Andrés volvía a mojar el pañuelo y se lo pasaba sobre el pecho desnudo, se había sacado la remera que colgaba de un árbol bajo como una pequeña bandera negra.
__ No, me dijeron que es fácil, una vez vi a mis padres haciéndolo pero estaba oscuro.
__ Mi primo de Montevideo me mostró una revista una vez, era feo, me parece que coger es bastante jodido, me parece. __Agregó Diego mientras llegaba junto a él al final del camino de las hormigas, con un pie desarmó el montículo y cientos de pequeñas comenzaron a correr, algunas sobre su champión derecho.
__ ¡La puta que las parió!

Los tres se sentaron junto a un Ceibo, poco a poco anochecía y un revivificarte aire fresco comenzaba a alegrar la jornada.

__Si, tengo miedo, pero no se lo digan a nadie porque los cago a patadas.
Dijo Gastón mirando al viejo tronco en medio del agua, nada le contestaron.

FIN

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