Por: Darío Valle Risoto
Hubo pocas satisfacciones profesionales en mis quince años como comunicador social, no lo escribo por quejarme, no bien recibí mi título sabía que era casi imposible insertarme en los medios de comunicación de este país. Cuando mi profesor de Cine y Televisión me dijo que en Uruguay para acceder a los medios había que ser: Amigo de..., Pariente de... o Acostarse con..., tenía toda la razón del mundo.
A poco de un año de recibir ese rectángulo de papel comencé a trabajar en Radio Comunitaria, así desde 1995 al 2007 con diversas interrupciones tuve el grande honor de siempre tener un cálido intercambio con la audiencia que hoy trato de emular en este blog. Es sencillo, se basa en ser absolutamente honesto con lo que pienso sin faltarle el respeto a nadie que tenga una opinión divergente por absurda que me parezca. La segunda satisfacción como Comunicador fue la de dar clases en la Biblioteca Municipal de La Teja, lo hice durante tres años hasta que la falta de apoyo municipal y la insuficiente asistencia de diversos directores de la misma me hicieron dejarlo. Igualmente hubo casi una veintena de alumnos que salieron con el curso intensivo de Comunicación terminado e incluso una de las chicas hoy es periodista en Argentina.
Por lo tanto este es mi tercer proyecto de comunicación, cuatro blogs ni más ni menos, pero Los Muertevideanos es el principal, podríamos decir y aunque sigo sosteniendo que cantidad no es sinónimo de calidad, llegar a cien mil visitas en menos de un año en que puse el contador, me llena de satisfacción.
No tengo más que agradecerles a todos y cada uno de los que se fumaron las faltas de ortografía, la mala puntuación, las opiniones no muy felices sobre la religión, los vegetarianos, el fútbol y la Patria. Ser Anarquista poco tiene de romántico y mucho de arriesgado.
Por otro lado este blog está a punto de cumplir dos años en Enero o Febrero y solo tuve que quitar un par de opiniones porque o estaban fuera de lugar o sencillamente no me parecieron respetuosas del resto de ustedes. Lo demás, como con mis dos proyectos anteriores, no me dieron un solo peso en el bolsillo pero en cambio le dieron la razón a ese título de Técnico en Comunicación Social porque el papel no vale nada como muchas otras cosas si no tiene corazón.
Muchas Gracias a todos, a los colaboradores, a los que se hicieron seguidores y a los que simplemente entran para ir a otros mares de este océano de información.
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