Por: Darío Valle Risoto
Hace algunos años fui a la casa de Elma a saludarla un 24 de Diciembre, tenía la mesa del comedor llena de bebidas y comidas y estaba rodeada de muchos familiares y amigos, realmente todos disfrutaban de una sobremesa con sonrisas y anécdotas varias, cuando llegué a saludarlos. Poco después de estar me cuenta que el hijo, un anarquista como yo, estaba enfadado porque habían caído en esa rosca comercial de la Navidad y todo lo que conlleva en si misma. Me preguntó cual era mi opinión y le contesté que para mí la navidad no significa nada bueno en realidad, que soy ateo y me molesta bastante toda esa mitología del nacimiento del cristo, etc etc pero por otro lado que si esta sarta de mentiras servía para unir a la gente y pasar un buen momento ¿Por que no?, no importaba la excusa ni los rasgos socializantes de este ritual si servía para reunir a los amigos y disfrutar, lo mismo daba el día del boniato o de los curtidores de hongos.
Creo que cualquier ocasión para agasajar a los verdaderos amigos sirve y si es justo en estas fechas nada importa, lo importante es reencontrarnos con el ser solidario y reunir fuerzas para seguir intentando ser mejores personas, menos mezquinos y menos consumidores. La Navidad es casi un reinvento yanqui de un montón de costumbres cruzadas, hay magia celta, mentiras del cristianismo y hasta la ciencia ficción del gordo de la coca cola que tiene renos voladores y se ríe de puro idiota o borracho. La gente se puede volver muy estúpida en navidad, andar juntando porquerías, luces de colores, petardos y bagatelas al pedo, pero si por casualidad todo eso coopera para que se abracen dos personas distanciadas. Me parece bárbaro.
Por lo tanto en el día de lo que sea, les deseo una buena velada.
Creo que cualquier ocasión para agasajar a los verdaderos amigos sirve y si es justo en estas fechas nada importa, lo importante es reencontrarnos con el ser solidario y reunir fuerzas para seguir intentando ser mejores personas, menos mezquinos y menos consumidores. La Navidad es casi un reinvento yanqui de un montón de costumbres cruzadas, hay magia celta, mentiras del cristianismo y hasta la ciencia ficción del gordo de la coca cola que tiene renos voladores y se ríe de puro idiota o borracho. La gente se puede volver muy estúpida en navidad, andar juntando porquerías, luces de colores, petardos y bagatelas al pedo, pero si por casualidad todo eso coopera para que se abracen dos personas distanciadas. Me parece bárbaro.
Por lo tanto en el día de lo que sea, les deseo una buena velada.
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