Por: Darío Valle Risoto
Sin muchas esperanzas me bajé esta película, realmente me gusta Robin Williams, vi muchos films suyos muy buenos pero reconozco que es de esos actores con una personalidad que a veces supera a sus personajes y uno ve a "Robin Williams" y no al papel en cuestión. En este caso se trata de una comedia negra con un argumento en perfecto equilibrio entre una situación límite y lo absurdo de una sociedad realmente estúpida, creo que el tema de este trabajo es "La estupidez humana" porque es la única explicación que encuentro en el microclima de un secundario donde el suicidio de un completo imbécil como el hijo del profesor Lance hace que de improviso la gente tome no solo conciencia de este trágico hecho sino que el idiota total del muerto pase a ser de un día para el otro el héroe de todos.
Motivado por una falsa nota de suicidio y un diario no menos infiel, el padre de este adolescente pajero y realmente mala persona se encuentra de pronto como el centro de un huracán de sentimientos tan sublimes como artificiales. En síntesis, esta película es genial porque nos hace comprender el grado de frivolidad en que se desarrollan los sentimientos de jóvenes y adultos que están inmersos en sus propios horrores personales. El fracaso como escritor, la envidia frente a un colega exitoso, la ausencia de la amistad verdadera y la búsqueda del éxito cueste lo que cueste nunca pueden terminar del todo bien.
Recomendable, le doy un 9/10
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