Gentlemen Broncos

Gentlemen Broncos
Por: Darío Valle Risoto

Lo peor de asistir a convenciones de ciencia ficción en un perdido pueblo norteamericano y fumarse a un escritor famoso egocéntrico y pedante es que este sorete te robe tu novela.
Eso le pasa al protagonista de este filme cuasi casero que pretende ser absolutamente bizarro y lo logra por partida doble, pero estoy seguro que luego de expulsar a la mayoría del auditorio de cualquier sala del mundo.
Mala a propósito la historia flirtea con lo retorcido e increíble de un montón de gags despintados donde aparecerán ciertos seres humanos que uno mataría a golpes con una roca si no fuera porque están en formato digital. El peor de todos es un director de cine barato afeminado y horriblemente bocón que produce nauseas y a esto le podemos agregar pequeñas escenas de dos versiones de la historia escrita por el chico, una filmada por el trolo bocón y otro la alteración del famoso escritor.
¿Demasiado?, Para nada, no será posible siquiera ver una mina en bolas y eso ya apunta muy mal para una historia que al menos si se hubiera apoyado en eso tendría un par de créditos.
Algunos secundarios o terciarios famosos pasean por una comedia muy rara que amerita ser guardada como un tesoro o metida en el culo de un elefante sarnoso para siempre.
Alguna escena promete pero no cumple como la musicalizada por “Paranoid” de Black Sabbath y algo de posible explotación que muere en una remilgada y tonta historia que pudo ser narrada en solo veinte minutos… que les puedo decir, ni siquiera se si es mala de verdad o yo no la comprendí suficientemente, después me cuentan.
Me olvidaba: una de las primeras escenas es el héroe del cuento tratando de coserse un testículo luego de recuperarlo de su villano para crear clones. Otra cosa, en vez de naves hay una batalla cabalgando ciervos embalsamados voladores y finalmente las absurdas teorías del escritor para denominar personajes para la ciencia ficción.