No me iluminen más, carajo
Por: Darío Valle Risoto
Estoy seguro que algunos de puro podridos del cristianismo y toda esa fantasía del facho dios, agarraron para el lado de oriente, más o menos a una cuadra de la India y medio cerca de China como para tener a tiro un montón de filosofías nuevas y así fueron ensayando.
Los primeros culpables fueron Los Beatles que viajaron a la India se fumetearon bastante y volvieron a Europa con un gurú escondido en una de las valijas. Dicen que en la aduana les cobraron una suma extra por entrar con un animal exótico, los Ingleses hasta el momento nunca habían visto a un ser iluminado.
Poco después, unos cuarenta años más o menos, el viejo loco ese que se cree superior a nosotros porque nació en el Tíbet, nos metió en la onda de que es más lindo cagarse de frío meditando a seis mil metros de altura que sentarse en casa a mirar tele y comiendo nachos hasta reventar.
Pero tenía competencia, de vuelta a la querida y bien amada India, un Baboso comenzó a hacer aparecer flores, cenizas perfumadas y televisores plasma con un leve movimiento de sus manos. Cosechó millones de adeptos que aún hoy andan por la ciudad descalzos, de túnica y con el pelo batido como si tuvieran un nido de cotorras. También están los otros locos que te corren vestidos de naranja tocando una pandereta y te gritan. ¡Hare Krisma! ¿Hare! ¿Hare Krisma!, son vegetarianos y la mejor manera de deshacerse de ellos es pasarles un choripán humeante por el frente.
Hay una oleada de nuevas tendencias, mujeres y hombres delgados con la mirada brillante que te hablan de energías, auras y pendejadas varias mientras intentan de convencerte de que tu vida es una mierda y que estás traicionando en verdadero cometido de ella que es: ¡Cha cha cháaaaaannnn!
Nada más ni nada menos que seguir sus filosofías.
Te leen vidas anteriores en la mugre de las uñas, adivinan si evolucionaste inspeccionando tu caca y además te regalan inciensos con olor a mariguana (Que todavía son legales) y hasta te instalan un aparato deputizador que según parece consume las malas ondas.
Son buenos para rellenar programas de televisión mañaneros que solo ve la gente que está en el horno, son excelentes invitados si quieres arruinar una fiesta porque buscarán cualquier excusa para comenzar a darnos una charla sobre: Prakatashasha kaschup el líder espiritual del momento que en realidad nunca viajó a oriente y en realidad es un gordito Peruano que se llama Simón Rodríguez.
Dicen que una vez tratando de sodomizar una Vicuña, tuvo la visión de tres seres celestiales: Jesús, Buda y Jimi Hendrix, estos le enseñaron a fundar esta nueva escuela filosófica, apenas la número 346.714 desde que el hombre se le dio por buscar respuestas diversas.
Tuve una novia iluminada, era buena porque cada vez que tenía que abrir la heladera de noche la llamaba (Se me había roto la lamparita), también me servía como para ir ahorrando unos pesitos porque solo comía yuyos, no consumía alcohol y encima le gustaba hacer el amor calladita y no como los locas anteriores que gritaban como poseídas.
Era buena poniéndote aceite en el cuerpo, regaba las plantas y se vestía con ropa muy barata de tela rústica, además nunca decía malas palabras y era feliz.
Hasta que se fue a vivir con Prakatashasha kaschup a las montañas del Perú, todavía conservo sus artesanías hechas de cáñamo de la india, de vez en cuando me fumo una.
Por: Darío Valle Risoto
Estoy seguro que algunos de puro podridos del cristianismo y toda esa fantasía del facho dios, agarraron para el lado de oriente, más o menos a una cuadra de la India y medio cerca de China como para tener a tiro un montón de filosofías nuevas y así fueron ensayando.
Los primeros culpables fueron Los Beatles que viajaron a la India se fumetearon bastante y volvieron a Europa con un gurú escondido en una de las valijas. Dicen que en la aduana les cobraron una suma extra por entrar con un animal exótico, los Ingleses hasta el momento nunca habían visto a un ser iluminado.
Poco después, unos cuarenta años más o menos, el viejo loco ese que se cree superior a nosotros porque nació en el Tíbet, nos metió en la onda de que es más lindo cagarse de frío meditando a seis mil metros de altura que sentarse en casa a mirar tele y comiendo nachos hasta reventar.
Pero tenía competencia, de vuelta a la querida y bien amada India, un Baboso comenzó a hacer aparecer flores, cenizas perfumadas y televisores plasma con un leve movimiento de sus manos. Cosechó millones de adeptos que aún hoy andan por la ciudad descalzos, de túnica y con el pelo batido como si tuvieran un nido de cotorras. También están los otros locos que te corren vestidos de naranja tocando una pandereta y te gritan. ¡Hare Krisma! ¿Hare! ¿Hare Krisma!, son vegetarianos y la mejor manera de deshacerse de ellos es pasarles un choripán humeante por el frente.
Hay una oleada de nuevas tendencias, mujeres y hombres delgados con la mirada brillante que te hablan de energías, auras y pendejadas varias mientras intentan de convencerte de que tu vida es una mierda y que estás traicionando en verdadero cometido de ella que es: ¡Cha cha cháaaaaannnn!
Nada más ni nada menos que seguir sus filosofías.
Te leen vidas anteriores en la mugre de las uñas, adivinan si evolucionaste inspeccionando tu caca y además te regalan inciensos con olor a mariguana (Que todavía son legales) y hasta te instalan un aparato deputizador que según parece consume las malas ondas.
Son buenos para rellenar programas de televisión mañaneros que solo ve la gente que está en el horno, son excelentes invitados si quieres arruinar una fiesta porque buscarán cualquier excusa para comenzar a darnos una charla sobre: Prakatashasha kaschup el líder espiritual del momento que en realidad nunca viajó a oriente y en realidad es un gordito Peruano que se llama Simón Rodríguez.
Dicen que una vez tratando de sodomizar una Vicuña, tuvo la visión de tres seres celestiales: Jesús, Buda y Jimi Hendrix, estos le enseñaron a fundar esta nueva escuela filosófica, apenas la número 346.714 desde que el hombre se le dio por buscar respuestas diversas.
Tuve una novia iluminada, era buena porque cada vez que tenía que abrir la heladera de noche la llamaba (Se me había roto la lamparita), también me servía como para ir ahorrando unos pesitos porque solo comía yuyos, no consumía alcohol y encima le gustaba hacer el amor calladita y no como los locas anteriores que gritaban como poseídas.
Era buena poniéndote aceite en el cuerpo, regaba las plantas y se vestía con ropa muy barata de tela rústica, además nunca decía malas palabras y era feliz.
Hasta que se fue a vivir con Prakatashasha kaschup a las montañas del Perú, todavía conservo sus artesanías hechas de cáñamo de la india, de vez en cuando me fumo una.
FIN
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