Sunday, December 13, 2009

Jenny a plena Luz (Cuento)

Jenny a plena Luz
Por: Darío Valle Risoto

El enorme galpón bullía de movimiento, Horacio estaba verdaderamente histérico mientras fotografiaba a Sofía y uno de sus asistentes le disparaba gotas de agua sobre el cuerpo semidesnudo y ella ponía “caritas” para uno y otro lado.
___Sonríe primor, ahora ponte arrobada...
___¿Qué es eso?
___Bueno cariño, ponete con cara de estúpida, aunque no te va a costar demasiado.
___¿Qué decís puto de mierda?

Otra pelea en una sesión de fotos, Alberto observó a Jenny que permanecía descansando sentada en el piso contra una pared. Aún vistiendo unos vaqueros gastados y camisa de franela tenía la enorme belleza de siempre. Su cabello negro caía detrás como una capa nocturna, pero lo más atractivo eran sus pies descalzos, perfectos, equilibrados, soberbios.
Buscó una Gatorade como para tener la excusa de acercarse a ella, hacía dos meses la conocía, pero nunca habían hablado demasiado.
__¿Gustas?
__Gracias. ___Le dijo levantando la vista, Alberto sonrió y se tiró junto a ella pero no demasiado cerca, como para no molestarla, Jenny abrió la botella y tomó un gran trago.
___¿Tenías sed?
___Toda la mañana esperando que terminen con Sofía pero creo que esto se va a extender hasta la noche... no la soporto.
Sofía Goldarascena, una enorme modelo de tan solo dieciséis años ya ocupaba las portadas de media docena de revistas Argentinas y todas las Uruguayas, era una belleza poco corriente de voluptuosas formas metidas en un cuerpo de casi un metro noventa de alto.
___No te cae muy bien... supongo.
___Las modelos nunca nos caemos bien, sobretodo cuando viene una pend..., una muy joven y nos quita del medio. ¡Ya tengo treinta!
___Sos una mujer intensamente atractiva y no pareces...
Ella pareció mirarlo por primera vez en su vida, estaba demasiado acostumbrada a los halagos de una vida frívola bajo los flashes y las luces de filmación, pero había algo inusitado en la forma de hablar de ese auxiliar de producción.
___A los treinta años ya somos unas viejas, estas señoritas ahora ocupan todo: Emos, Darks, Anoréxicas o gordas, fisiculturistas, masculinas, casi andróginas, lo que quieras.
El no pudo evitar notar la respiración moviendo la camisa semi abierta de Jenny, tenía unos pechos generosos en perfecta armonía con un cuerpo mediano y unas manos delicadas.
___Me gustas mucho Jenny, no te ofendas.
Ella casi se ahoga con su segundo trago de Gatorade, lo miró, Alberto era un hombre alto, de pelo largo atado a la espalda, barba perita, lentes cuadrados de armazón negro y ojos claros.
Antes de que ella le conteste se puso en pie y se retiró rumbo al foro donde Horacio se iba caliente y la modelo le tiraba cosas desde atrás.
__¡No la aguanto más!, ¡Gorda de mierdaaaa!
__¡Maricón!, ¡Te voy a hacer echar de la productora!
Cuando Horacio le iba a tirar la cámara por la cabeza, Alberto fue el primero en tomarlo de las muñecas, el rostro del fotógrafo estaba enrojecido de furia, pero la fuerza del joven lo obligó a buscar una pizca de tranquilidad.
___Esta... esta...
___Tranquilo Horacio, vos sos un profesional y ya sabemos que Sofía es una consentida, dentro de un par de meses nadie se va a acordar de ella y encima tenemos a Jenny esperando hace como nueve horas para su sección.
___¡No puedo más! ___Horacio se derrumbó en una silla llorando mientras algunos asistentes y amigos trataban de darle aire y traerle un analgésico.
Sofía tiró parte del decorado y salió gritando rumbo a los camarines, nadie se movió tratando de pararla, los tenía realmente hartos a todos.
Era el momento de hacer algo por su vida, Alberto tomó la cámara que Horacio había dejado sobre uno de los estantes de materiales y caminó resueltamente hasta donde Jenny permanecía sentada terminando su bebida.
___Bueno, al fin te toca, ¿Té molesta que te saque yo las fotos?
No era tan raro, antes de ascender a Auxiliar de Producción Alberto Vallejo había sido el principal fotógrafo de los Estudios Iris, pero igual le robó una sonrisa.
___Me tengo que cambiar.
___Prefiero que te quedes con esa ropa... digamos que...
___¿Moda casual?
___No importa, es para mi álbum personal.
Ella que ya le había dado la espalda rumbo al decorado donde la iluminación apuntaba, se dio vuelta y movió la cabeza de lado.
___¿Así que te gusto, no?
___Mucho, no te ofendas.
___Me voy a ofender si esta noche no cenamos juntos.
Jenny se paró sobre el rincón donde las luces iluminaban una enorme decoración estilo medieval, su cabello negro se movió con el aire de los ventiladores y su camisa apenas se abrió un poco, sus hermosos pies descalzos sobre las baldosas parecían flotar mientras apoyaba sus brazos en una pared de piedras de cartón y sonreía. Más atrás docenas de jazmines parecían observarla.
Horacio se acercó pero no aceptó que Alberto le devuelva la cámara, solo se arrimó a disfrutar la escena como todos los demás.

FIN

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