Sunday, December 27, 2009

Orejano

El Orejano
Por: Darío Valle Risoto

Nunca olvidaré y hace más de veinte años que le dije a Eduardo Romero que de tener un himno para mi país ficticio, este sería el tema: "Orejano" de Serafín J. García. Y el tipo con apenas unos diecisiete años me lo canta de principio a fin sin errores ni pausas. Eduardo era un Anarquista que murió joven, con menos de treinta pero me dejó el tremendo honor de haberlo conocido, de discutir con él, de pelearnos y amigarnos cuatrocientas veces, de viajar juntos al Chuy y de tratar de que no se reviente el alma cuando la gente del taller no entendía un pito lo que es dignidad y lucha. Cosas de la vida y esta revolución más interior que para afuera.
Por lo tanto pasaron años hasta que compré un disco de los Olimareños muy trucho que tenía el tema Orejano en vivo con un sonido realmente terrible y por alguna parte hay un libro de canciones que era de mi vieja, canciones del repertorio de Horacio Guaraní que también tenía este himno imponente, esta letra revolucionaria y a la vez dolorosa porque retrata un mundo que con algunos matices aún pervive y no solo en el campo.
Lo incluyo en las etiquetas de Tangos de mi discoteca no por ser un bestia del oído, que si lo soy, sino porque creo que contempla el descarnado retrato de muchos queridos autores del tango rioplatense y por allí tal vez alguno lo haya tanguisado.
El Orejano
Serafín J. García

Yo se que en el pago me tienen idea
porque a los que mandan no les cabresteo,
porque dispreciando las huellas ajenas
se abrirme camino pa' dir donde quiera.

Porque no me han visto lamber la coyunta
ni andar hociqueando pa' hacerme de un peso
y saben de sobra que soy duro e' boca
y no me asujeta ni un freno mulero.

Porque cuando tengo que cantar verdades
las canto derecho nomás, a lo macho,
aunque esas verdades amuestren bicheras
donde naides creiba que hubiera gusanos.

Porque el copetudo de riñón cubierto
pa' quien no usa leyes ningún comesario
lo trato lo mesmo que al que solo tiene
chiripá d' bolsa pa' taparse el rabo.

Porque no me enyenan con cuatro mentiras
los maracanaces que vienen del pueblo
a elogiar divisas ya desmerecidas
y hacernos promesas que nunca cumplieron.

Porque cuando truje mi china pal' rancho
me he olvidao que hay jueces pa' hacer casamiento,
y que nada vale la mujer mas guena
si su hombre por ella no ha pagao derechos.

Porque a mis gurises los he criado infieles
aunque el cura chille que iran al infierno,
pues de nada valen los que solo saben
estar todo el dia pirichando el cielo.

Porque aunque no tengo donde caerme muerto
soy mas rico que esos que ensanchan sus campos
pagando en sancocho de tumbas resecas
al pobre peon que deja los bofes cinchando

Por eso en el pago me tienen idea,
porque entre los ceibos estorba un quebracho,
porque a tuitos eyos le han puesto la marca
y tienen envidia al verme orejano.

Y a mi que me importa, soy chucaro y libre!
no sigo a caudillos ni en leyes me atraco
y voy por los rumbos clareaos de mi antojo
y a naides preciso pa' hacerme baqueano.

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