66: Perfect Strangers:
Deep Purple
Por: Darío Valle Risoto
Por: Darío Valle Risoto
Confiezo que me ha llevado más tiempo que otras bandas fanatizarme por los Purple, pero como con Carlos Gardel tarde o temprano te estarán esperando al costado de la ruta si vas por la carretera de la buena música.
Este trabajo me lo prestaron en cassette apenas salido en 1984 y fue entre sus múltiples seguidores en Uruguay todo un acontecimiento que se volvieran a juntar los cinco integrantes más importantes de una banda que durante muchos años y hasta hoy a tenido innumerables cambios en su formación pero nadie sabrá como han mantenido un altísimo nivel en cada uno de sus más de veinte discos.
Ya veteranitos en Perfect Strangers los loquitos te cautivan desde el primer acorde de "Golpeando la puerta de atrás", desde el año 1975 que no estaban juntos y escucharlos es algo así como presenciar la orgía de varios amantes que no se vieron pila de años y estaban guardando la leche (Con perdón) pero es así amigos, este disco es adrenalina de la buena, droga sin cortar, vino casero, Hard Rock absolutamente im pe ca ble. ¿Que más se puede decir?
Que Ian Gillan es la gran voz del rock, que John Lord debió ir a la escuela de chico con los grandes músicos del barroco, que Blackmore nació con una guitarra pegada a los dedos, que Roger Glover es un bajo humano integral tipo Borg y que Ian Paice es el baterista más técnico de la historia pero con un sentimiento más grande que Peñarol.
Ahorita mismo lo estoy re-escuchando y me pone la piel de gallina, climas intensos donde como de costumbre la voz cantante va con la música como debe ser, como un instrumento más cabalgando en cada nota, haciéndole el amor a la melodía y dejándonos más cansados que en aquella orgía en que la gorda Marta se nos tiró encima en el 92.
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