Tuesday, March 30, 2010

La Feria de Tristán Narvaja

La Feria de Tristán Narvaja
Por: Darío Valle Risoto

Indudablemente la Feria de la calle Tristán Narvaja es uno de los paseos más interesantes de Montevideo, enclavada en la calle del mismo nombre, la misma que parte desde el callejón entre la Universidad de la República y la Biblioteca Nacional, se extiende varias cuadras y se bifurca en diferentes direcciones una suerte de feria paralela con todo lo que se pueda imaginar a la venta.
Desde muy chico íbamos los domingos con mis padres y desde luego que siempre regresaba lleno de revistas que compraba o canjeaba en las librerías o puestos. La librería Rubén era toda una tradición que me vio crecer desde los cómics a las novelas de ciencia ficción y terror, La librería Horizonte era otra importante y también en una de las calles que cortan la feria hay una importante exposición de libros, fascículos de enciclopedias, revistas, fanzines, etc.
Inevitablemente escucharemos cumbias y tal vez tangos desde equipos viejos a la venta, hay desde hace unos años suficientes películas pirateadas como para asombrarnos con tal osadía pero así es y será un riesgo comprar estos formatos mal grabados y que no siempre se reproducen correctamente.El centro de la feria es la feria en si misma, es decir: frutas, verduras, chacinados, etc., sus bordes en cambio tienen una interesantísima y variopinta muestra de “de todo un poco” que va desde mates y bombillas, recuerdos del Uruguay para los turistas, pósters, murales, artesanías, pequeñas estatuillas de yeso, vestimentas y también libros.
Sobre dieciocho de Julio están los puestos de pescaditos y todo lo que los acuaristas buscan, también va gente a vender los cachorros de sus perros generalmente de raza, hay gran variedad de plantas y macetas, podríamos decir que el comienzo de la feria es más una tienda de mascotas, así mismo sobre el lado izquierdo y a unas dos o tres calles en la esquina hay un viejo puesto de animales de granja con gran variedad de pollos, patos, aves exóticas, roedores y de todo bicho para darnos lástima en sus reducidas jaulas varias horas a la vista, recuerdo que hace muchos años con mi primo Ricardo le compramos unas palomas Torcazas que soltamos allí mismo y el vendedor se enojó mucho con nosotros.
Por la mitad de la feria también sobre la izquierda dándole la espalda a la avenida hay un viejo puesto muy grande donde unos cristianos leen la biblia a los gritos y venden todo tipo de Biblias y sus cosas religiosas, es interesante ver que al tipo nadie le da pelota pero él sigue vociferando por nuestra salvación, a veces se turna con uno de dos compañeros pero el principal es el más demente y pasado de rosca.
De los mejores recuerdos de mi infancia es levantarme los domingos e ir con mi padre a la feria y caminar horas mirando cosas, comer en la parrillada un lindo trozo de asado y volver nervioso sin saber por cual revista empezar para pasar la tarde leyendo Marvel, Dc o alguna revista española como Trinca o Cimoc.
Este domingo fui y desde que partió Julia no había regresado, desde eso hace más de dos años, recorrí sus numerosos puestos compré queso, calcetines, inciensos y regresé a casa, desde que tengo computadora quedaron atrás las revistas y libros en papel pero no la nostalgia.

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